Hoy vamos a hablar de algunos mitos que me encuentro cuando hablo con emprendedores sobre el mundo de Internet.
El hecho de que Internet te brinda la posibilidad de que todo el mundo pueda acceder a tu página web no significa, ni de lejos, que eso vaya a ocurrir así sin más.
He llegado a encontrarme con empresarios que han sentido vértigo cuando han visto su web por primera vez en un navegador pensando que, a partir de ese momento, los contactos y solicitudes de presupuesto iban a llover por todos lados.
Algunos, incluso, me han llegado a solicitar la exclusión de algún tipo de servicio o producto, por miedo a no ser capaces de atender la posible demanda.
Pues bien, la buena noticia es que esto no es así y la mala es que conseguir eso que tanto asusta es, sencillamente, imposible sin hacer ningún tipo de esfuerzo.
Conseguir tráfico en tu web, requiere que le gustes a los buscadores, en nuestro caso, especialmente a Google.
Supón que vendes zapatos y te acabas de hacer una página web muy buena y muy bonita. Yo acabo de buscar en Google “zapatos” y han salido 443.000.000 de resultados. Ahora ponte en el lugar de Google y hazte la siguiente pregunta! ¿Qué razón hay para que tu web salga en los primeros puestos?
Imagina el inmenso trabajo de Google que, además de leerse todas las web para saber de qué van, tiene que asignar una valoración a cada una de ellas para así, poder ordenarlas de “mejor a peor” en los resultados de sus búsquedas.
¿Has respondido ya a la pregunta de antes? ¿Existe alguna razón para que Google ponga tu web por delante de otras 443.000.000?
Uno de los grandes mitos que circula indiscriminadamente por la Red es que se pueden conseguir los primeros puestos sin más que hacerle un par de retoques a tu web. Incluso hay quien vende -a precio de ganga- un posicionamiento en primera página.
Pues bien, sobre esto también tengo una buena y una mala noticia. La buena noticia es que conseguir los primeros puestos en los resultados de las búsquedas en Google no es gratis. La mala noticia es que además, tampoco es inmediato.
Para conseguir buenos resultados es necesario trabajar, y además, trabajar duro. Por tanto, si no tienes dinero pero dispones de mucho tiempo, con ciertos conocimientos sobre SEO -siglas por las que conocemos a la optimización de páginas web para los motores de búsqueda-, tú mismo podrás conseguir resultados espectaculares, eso sí, después de currártelo durante algunos meses.
Si te estás preguntando si existe una fórmula más rápida, la respuesta es que sí, pero… ¿adivinas cómo?
La fórmula pasa por poner dinero en la mesa. Un incentivo muy poderoso para que Google te otorgue un buen puesto es pagarle por ello. Habrás visto que, cuando haces una busqueda en Google, algunos resultados tienen una especie de etiqueta en la que pone “anuncio”. Google no ha puesto ese resultado ahí porque sea el mejor, lo ha puesto porque le han pagado por ello, o mejor, está dispuesto a pagar por cada clic que los usuarios hagan en él.
La posición en la que Google te coloca en los resultados de las búsquedas es la que se denomina “natural” u “orgánica”.
La posición natural se consigue a base de adquirir autoridad a través de tus contenidos y esta autoridad será el resultado de crear contenido que aporte valor a tus lectores. También influyen los enlaces a tu página desde otras web de temáticas similares, y la interacción de los usuarios y, en definitiva convirtiendo tu web en un sitio útil para los visitantes.
Es cierto que existen técnicas para intentar engañar a Google y que adelante tu web de posición, pero estas técnicas, también llamada de black hat, son arriesgadas ya que, cuando Google las detecta -cosa que suele ocurrir más tarde o más temprano- tu web será sancionada con la pérdida de posiciones o, en el peor de los casos con la exclusión total de los resultados de las búsquedas.
En definitiva y para finalizar, tener una web es necesario, yo me atrevería a decir imprescindible, pero, lamentablemente una web no es una herramienta que trabaje sola y sin necesidad de que nosotros hagamos nada. Tener una web, es solo el principio. Es como la salida en una carrera de maratón. Una vez se ha producido el pistoletazo de salida, ahí es donde empieza el trabajo, ahí es donde comienzan los 42 kilómetros de carrera que habrá que hacer paso a paso. Por cierto, en este símil, también puedes hacer que “otro” corra por ti. Es decir, pagando por ello.
En resumen, podemos decir que Internet es un recurso que tenemos a nuestra disposición pero que debemos complementar con una estrategia y unas acciones alineadas con los objetivos de nuestro negocio. Para que dicha estrategia surta efecto, será necesario invertir o tiempo y/o dinero. Eso sí, un buen manejo de esta herramienta es, sin lugar a dudas, un aliado perfecto para el éxito de tu negocio.