De todos es conocido el poder del sexo en muchos aspectos de la vida cotidiana. La industria conoce muy bien esto y la publicidad, por ejemplo, está plagada de insinuaciones y alusiones a este aspecto tan íntimo de nuestras vidas.
¿Cómo podríamos utilizar el sexo para mejorar y aumentar nuestros ingresos?
En este artículo se desgranan algunos secretos a tener en cuenta en nuestra estrategia de comunicación.
El título que he elegido para este artículo «El sexo como estrategia de comunicación» no es casual. Evidentemente no vamos a hablar de sexo, pero de lo que estoy convencido es de que con él he llamado tu atención. También sé, que esa llamada de atención te ha invitado a continuar con la lectura del resumen que encabeza este post que, además, ha sido el encargado de despertar tu interés para que continues leyendo. Si has llegado hasta aquí, la estrategia ha funcionado.
Quizás podríamos hablar de sexo, y no descarto la posibilidad de, en un futuro, estudiar alguna fórmula para relacionarlo con un aumento de las ventas, pero ahora, a sabiendas de que el giro en el contenido de este artículo puede defraudarte un poco, voy a continuar e intentaré que, al final, no te sientas decepcionado.
Desde mi punto de vista para hablar de venta es imprescindible hablar de comunicación.
«no es posible vender si no se comunica»
Cuando hablamos de comunicación nos vienen a la mente los conceptos de emisor, receptor o mensaje. También podemos pensar en comunicación verbal, no verbal, formal e informal. Pero aquí vamos a reconducirnos por otros derroteros diferentes.
«¿qué tiene que pasar para que se establezca una comunicación?»
Si partimos de la hipótesis de que el interesado en que se produzca la comunicación es el emisor, lo primero que debe hacer este es
«llamar la atención»
del receptor. Eso es exactamente lo que he intentado con el título de este post. El títular de un artículo o el de un libro, etc., es la clave para llamar la atención del potencial lector o consumidor e incitarles para que pasen a la siguiente fase.
En este segundo nivel, lo que debemos hacer es
«despertar el interés»
que es lo que se he pretendido con el resumen que precede a este artículo.
Tras estos dos primeros pasos: llamar la atención y despertar el interés, le toca el turno al tercero:
«provocar el deseo»
Cuando una persona compra algo, lo hace porque lo desea, si no hay deseo es muy raro que se produzca la transacción final. Por tanto, esta penultima etapa del proceso debe ser muy trabajada. Por lo general es la más larga en el tiempo.
Por otro lado, el deseo suele ir acompañado de temores (o directamente miedos) a dar el paso. Por tanto, tendremos que cuidar los detalles, las respuestas, el dasarrollo, además de anticiparnos a las posibles objeciones (como las garantías de devolución por ejemplo).
En el caso de artículos en un blog, debemos marcar un objetivo final que podría ser: compartirlo en redes sociales, suscribirse a nuestro boletín, etc. En definitiva, deberíamos marcarnos un desenlace basado en una
«llamada a la acción»
En resumen, los cuatro estados por los que pasa el proceso de venta o de comunicación son:
- Llamar la atención
- Despertar el interés
- Provocar el deseo
- Llamada a la acción o desenlace final
Bueno, espero no haberte decepcionado mucho con el giro de este artículo desde su «llamada de atención» hasta la «llamada a la acción» del final y, por cierto,