Las claves del uso de los «porqués»

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Ya tocaba algún consejillo sobre la ortografía de nuestra lengua y en esta ocasión te traigo un tema que suele acarrear muchas dudas: el uso de los «porqués».

Como sabes nos podemos encontrar todas estas formas: «porqué», «porque», «por qué» y «por que». ¿Cuándo se debe usar uno u otro?

Lo primero que tienes que saber es que, como norma general, los monosílabos no se tildan y en ese caso podríamos decir que lo natural sería escribir «por que» sin tilde, pero también sabemos que existen excepciones y estas tienen que ver con las diversas entonaciones que le damos a un mismo monosílabo en función del contexto de la frase en la que se encuentre; por ejemplo:

«A veces me pregunto qué hace Pepe en este sitio. Creo que lo que hace no es bueno».

En esta frase aparece tres veces «que», una vez con tilde y las otras dos sin ella. Si las pronuncias en voz alta, observarás que la primera exige un tono más elevado, es un «qué» diferente a los otros, por eso le colocamos una tilde, esto nos permite diferenciarlo de los otros «ques» más suaves.

Observa también que el primer «qué» está interrogando, esta es una pista muy importante para saber si debe llevar o no la tilde.

Ahora vamos con los «porqués»

Porqué: se usa cuando indicamos un motivo o razón: «Nunca supe el porqué de su actitud». 

Por qué: este es el «porque» de las preguntas: «¿Por qué no ha venido tu hermano contigo?»

Porque: este es el de las respuestas: «no ha venido porque no ha querido venir». Podemos diferenciarlo también porque es sustituible por: «puesto que», «dado que», «ya que».

Por que: Este caso se suele distinguir porque nos permite intercalar «el» en medio: «Este es el motivo por que -por (el) que- 

Como siempre aquí te dejo un enlace en el que se explica muchísimo mejor y con más rigor gramatical toda esta historia de los «porqués».

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