¿Seguro que no tienes tiempo?

Uno de los grandes retos a los que se enfrenta cualquier emprendedor para llevar a cabo su proyecto, es el de aprender a discriminar entre las tareas que son importantes y las que no son. Esto adquiere mayor relevancia cuando, además, tenemos que tomar alguna decisión y aún más cuando añadimos el ingrediente de urgencia.

Así pues, si consideramos que una tarea puede ser importante o no y, además, urgente o no, podemos categorizar las tareas de la siguiente manera:

  1. Tareas importantes y urgentes -> Situación de crisis
  2. Tareas importantes y NO urgentes -> Zona de los deberes
  3. Tareas No importantes y urgentes -> Tareas para delegar
  4. Tareas No importantes y No urgentes -> Pérdidas de tiempo

Las tareas  del primer grupo roban gran cantidad de nuestra energía. Además, son las responsables de gran parte de las frustraciones de emprendedores y ejecutivos. Son las creadoras de situaciones de CRISIS en cualquier organización.

La agenda perfecta de un emprendedor debería estar ocupada únicamente con tareas del segundo grupo. Pensemos que una tarea importante y no urgente que se procrastina, es candidata a migrar al grupo uno y convertirse en urgente. Por tanto, «hacer los deberes» en su debido momento es una buena vacuna contra las crisis.

Las tareas del tercer grupo son las que deberíamos tener subcontratadas o delegadas.

Las tareas del grupo 4 son, por definición, pérdidas de tiempo. La decisión en este caso es fácil. ¡No las hagas! ¡Bórralas!

Te propongo un reto

Elabora una tabla de dos filas y dos columnas e identifica, cada celda con cada uno con uno de los grupos mencionados anteriormente. Hecho esto, haz memoria de todo lo que has hecho durante la última jornada laboral y anótalo en la celda que le corresponda.

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