Si tienes una cuenta de correo de Gmail, quizás no sepas que si añades la cadena «+loquesea» justo delante de @gmail.com, consigues una especie de subcuenta que Gmail dará por válida y, por tanto, podrás operar con ella siempre que lo desees.
Esto es muy útil, por ejemplo, cuando das tu correo en algún tipo de suscripción y quieres controlar si dicho correo está «rulando» por ahí. Veamos un ejemplo.
Imagina que te quieres suscribir un servicio de venta de «guanaminos» por Internet con una cuenta de Gmail, supongamos que es: pepito@gmail.com.
Podrías suscribirte con el correo pepito+guanaminos@gmail.com y todos los correos que se te envíen a dicha cuenta te llegarán al buzón de entrada de pepito@gmail.com. Es decir, de cara a Gmail el cambio de nombre es transparente, pero te permitiría diferenciar el origen del correo. Si alguna vez recibes un correo de publicidad de una marca rara dirigido a pepito+guanaminos@gmail.com, sabrás que tu cuenta ha sido cedida, robada o vendida a dicha marca.
¿¡No te parece genial!?